Estrella Roja (3)

Cuando desperté de aquel sueño perfecto me sentí algo desorientada, miré alrededor y la habitación me condujo a la realidad.

No sabía cuánto tiempo había estado durmiendo, desde mi cumpleaños había perdido la nocion del tiempo por completo. Ni si quiera sabía cuantos días tenía cumplidos como vampira.

Me levanté de la cama y me asusté al verme en el espejo que había enfrente, no parecía yo… Mi piel era algo más blanca y perfecta, sin una simple espinilla o imperfección. Mis ojos también habían cambiado, ahora eran de un verde más oscuro e intenso.

Sinceramente estaba mucho más guapa.

En seguida cambié la dirección de mis pensamientos, qué más da lo guapa que estés siendo vampira si quieres ser humana y has de estar lejos de tu familia.

Decidí salir al salón dónde mi tío estaba sentado en el sillón tomando lo que aparentaba ser una taza de café.

-Oh ya te has despertado. –Dijo amablemente.

-Sí, le dije a Alexandra que me despertara cuando llegarás.

-Lo sé pero necesitabas descansar. Alexandra ha ido a pasear. ¿Quieres una taza?

Me lo pensé un segundo pero acepté. Mi tío me echó sangre en la taza de una tetera sin derramar una sola gota y con una extrema delicadeza.

Nos quedamos en silencio mientras bebíamos hasta que él rompió el hielo:

-Lucia, es el momento de que me preguntes lo que quieras, te prometo que responderé sinceramente.

-Está bien.

Comencé a preguntar lo que creí más importante:

-¿Qué pasó exactamente después de que Sergio me mordiera en mi cumpleaños?

-Bien, todos oímos en el salón un grito y un gran gruñido de lobo. Corrimos hacía la cocina, yo me temía lo peor al igual que los padres de Hector.

Ellos ya sabían de la existencia de vampiros y lobos puesto que el padre de Hector es uno de ellos, principalmente los vampiros y lobos no se han llevado nunca bien como debes saber por algunas leyendas, pero hoy en día sabemos convivir en paz y no suele haber accidentes cuando nos encontramos.

Al llegar corriendo a la cocina Violeta y la tía Beatriz contuvieron a tus padres mientras Alexandra apartó a Sergio de ti y Jorge se transformó en lobo para llevarse a su hijo.

Yo te curé la herida que Sergio te hizo mientras Beatriz habló con tus padres, acordamos que vinieras aquí para que te enseñaramos a ser vampira y puedas vivir con cierta normalidad. Al principio estaban en un gran estado de shock pero luego se tranquilizaron al saber que estabas bien.

-O sea que mis padres saben que somos vampiros y que estoy aquí y el padre de Hector también es un lobo… ¿Y cuánto tiempo ha pasado desde ese día?

-Te contaré el proceso de tu transformación ya que me has hecho esta pregunta. Verás pasaron dos días en los que estuviste totalmente inconsciente, en esos dos días el veneno de Sergio se fue esparciendo por tu cuerpo. Después pasaron tres más en los que el veneno te transformaba por fin, tu no lo recuerdas porque en el proceso tu mente está siempre inconsciente, pero en esos días tu cuerpo sufre porque se producen cambios físicos en la piel, los ojos, la voz… Incluso se grita de dolor. Y por último otros dos días, en el primero tu mente va despertando poco a poco hasta que llega el segundo y despiertas al fin.

Depende de como haya sido la transformación el vampiro reacciona de una manera al despertar, tú por ejemplo reaccionaste agresivamente ya que viste a Sergio y recordaste de pronto lo que te hizo.

-Creo que he entendido bien el proceso y que ha pasado una semana desde mi cumpleaños.

-Exacto. 

-Tengo otra pregunta. ¿Por qué mi padre no es un vampiro y no sabía nada de que vosotros lo eráis?

-Verás mi padre, tu abuelo al que no conociste, era un vampiro. Él fue quién me transformó hace tantos años… Yo era un drogadicto cuando era humano y mi vida no tenía sentido, una noche el abuelo pasaba por la calle donde yo solía estar y al verlo fui a por el para robarle.

El abuelo se defendió mordiéndome y transformándome pero no me dejo solo, para mi esto fue una nueva vida y me enseñó mucho.

El abuelo hacía una vida normal y escondía muy bien que era un vampiro, me hizo pasar por su hijo perdido para que nadie sospechara nada.

Y ahora viene cuando aparece tu padre, el abuelo conoció a Helena quién como ya sabes es tu abuela y tampoco conoces. Ella era humana y se quedó embarazada, ninguno de los dos sabía al principio si tu padre sería vampiro o no pero cuando nació y supimos que era humano decidimos que sería mejor que no supiera nada.

Tu padre creció con la abuela Helena quien le dijo que su padre murió en la guerra, pero la verdad era que el abuelo Francisco estaba viviendo conmigo en otra parte.

Cuando tu padre fue lo suficientemente mayor para independizarse la abuela le dejó una nota en la que decía que había aparecido su hermano perdido, yo, y que ella no podía soportarlo porque no era su hijo.

La verdad es que la abuela Helena y el abuelo Francisco se fueron juntos y él la convirtió para recuperar todos esos años que estuvieron separados y vivir unidos para siempre.

Tu padre no llamó nunca a la abuela porque aquello fue un golpe demasiado duro para él pero si me llamo a mí y nos conocimos. Como yo vivo lejos de tu casa solo le visitaba muy de vez en cuando, también para que no se diera demasiada cuenta de que apenas cambio de aspecto.

De todas formas tu padre ahora sabe la verdad y nos ha perdonado, ha ido a ver a su madre y a conocer a su padre por fin.

Aquella historia fue lo más increíble de todas las respuestas que me había dado.

¡Si yo apenas había oído hablar de mis abuelos en toda mi vida!

Alexandra llegó de su paseo y mi tío y yo decidimos aplazar la charla, era hora de cenar.

Aún tenía muchas preguntas que hacerle, pero por lo visto las respuestas eran muy largas…

Después de esa larga conversación de preguntas y respuestas algo nuevo había despertado en mi interior, ahora sentía mucho más interés por la historia de mi familia y por esta “nueva vida” de vampira.