15 marzo 2016

Adictos a la Escritura - La tienda de las palabras olvidadas

Por fin hemos vuelto a hacer un proyecto para Adictos a la Escritura :)
En este caso hemos utilizado la página http://www.latiendadepalabrasolvidadas.com/ para conseguir dos palabras que debían salir en el relato.
Una de las palabras se escogió por sorteo y me tocó "cortejar", la otra cada persona la escogió en secreto y la mía es "ensimismado".
Sin más os dejo con mi relato, espero que os guste :)




En el camino

Es un camino en medio de un parque lleno de hierba verde, de cerezos que florecen en primavera y flores blancas que hacen que el sol del mediodía sea aún más brillante cuando lo ilumina.
Por ese camino pasaban a la misma hora todos los días.

Él era joven y apuesto, siempre iba escuchando algo en sus auriculares. De piel morena y ojos marrones, de esos que te intimidan con su intensa mirada.
Ella era joven también, sus ojos de color miel adoraban siempre aquél paisaje y su pelo castaño se agitaba con el aire que a veces soplaba.

Ambos esperaban encontrarse en el camino, aunque a veces ni si quiera parecían mirarse.
Ella muchas veces mantenía la mirada pero él parecía estar ensimismado, quizá en la música que no llegaba a escuchar, quizá en sus pensamientos.
Se encontraban de frente, pasaban uno por el lado de otro y a veces sus brazos se rozaban.

Un día él se atrevió a mirarla también, era tímido y por eso apartaba siempre la mirada, pero no podía estar más tiempos sin ver de cerca esos ojos.
Ella, valiente y orgullosa le miró también y cuando él pasó por su lado retiró la mirada y mientras se alejaba se esbozó en ella una sonrisa.
Aquella sonrisa que a él tanto le gustaría ver, pues quisiera ser más valiente, directo, hablarle y a conocerla, hasta llevarla algún lugar elegante en el que un caballero como él podría cortejar a una dama ella.
Y aunque a ella también le hubiese gustado ser más valiente, jamás se atrevió a hacer más que mantenerle aquella mirada.

Pues como ibas a hablar con alguien a quien solo ves una vez al día por casualidad, a quién no conoces de nada, no sabes cómo será su vida ni si quiera si querrá hablarte o pensará que estás mal de la cabeza.
Los dos pensaron que ese camino, esas miradas, ese cruce de destinos seria solo eso, una casualidad más de las miles que hay en el mundo.

Hasta que un día:
–Vamos voy a presentarte a un amigo –gritaba su amiga mientras tiraba de ella haciéndola avanzar entre la multitud de la gente de aquella fiesta.
– ¿Es necesario? –Preguntó irónica.

Y entonces se vieron, allí estaba él y allí estaba ella, esta vez en un lugar distinto a aquél camino en medio de la naturaleza. 
Comprendieron que el destino les había cruzado para que llegaran a ese lugar, para que al final tuvieran la oportunidad que en realidad habían deseado tener.

Casi sin darse cuenta los dos sonrieron a tiempo, por fin iban a conocerse. 


 

1 comentario:

  1. Hola, la descripcion de los jovenes me gusta y el desarrollo del relato. Me ha gustado. Un abrazo.

    ResponderEliminar

Escribe lo que quieras y lo leeré encantada, la única norma es respetar.
¡Gracias por tu comentario!